Hoy es Domingo de Ramos y Sevilla se echa a la calle, unos por devoción, otros por tradición, últimamente algunos por fastidiar pero raro es quién se queda en su casa este domingo de palmas y olivos. Hay una Sevilla que quiere volver a recuperar el esplendor que un día tuvo, hay una Sevilla que quiere volver a ser la que fué. Hoy lo he visto en la calle, he visto pandillas de quinceañeros que miraban al cielo preocupados por el tiempo y he sonreído, porque esos niños representan el futuro de nuestra tierra. Me he visto en ellos, en sus ojos había ilusión, estaban sentados en un banco del parque y algunos estudiaban el programa para ver a dónde iban a ver la siguiente. Ellos iban con zapatos nuevos y ellas estrenaban medias o tacones, estoy segura...
Al compás de la Virgen de la Paz, observaban con desdén como otro grupo se acercaba y ellos se levantaban de su banco y se iban, en silencio, sin armar ruido, seguramente en sus casas les habían aleccionado bien, el nuevo grupo con gorras y pendientes les empezó a chillar e insultar, la multitud pedía silencio y el primer grupo obediente, educado, se perdió entre el gentío...
Esta no es la Sevilla que yo viví, que vivimos muchos de nosotros. Parece una ciudad dormida, a veces indolente, y otras ciudad fantasma de un pasado glorioso.
Nos hemos acostumbrados a un alcalde que nos ningunea y ante el que nos sentimos impotentes, mientras, él convoca un pleno para hablar de la capitalidad de Sevilla un martes Santo, cuando lleva ignorando ocho años a Sevilla como capital de Andalucía.
Capitalidad, alcalde, significa más educación y civismo en las calles, más respeto a nuestros mayores con mejores centros sociales, una sanidad digna y amor, mucho amor a Sevilla, y todo eso no puede llevarse a cabo sin unas inversiones reales.
Creo que usted no sabe lo que significa amar a Sevilla, me he dado cuenta hoy en el parque, es imposible que un sevillano que tenga poder para mejorar Sevilla lo único que haga sea destruirla.
hoy es Domingo de Ramos, espero que haya estrenado algo, por si no lo sabe, aquí hay un dicho muy antiguo que nuestras abuelas tarareaban
Domingo de Ramos..al que no estrena se le caen las manos...
y quizá ya se les haya caído, y quizá sea por otros motivos
hasta la próxima